AL VER VERAS

Nuestro colaborador y amigo Mariano Sicart nos envía esta nota, especial para el blog, sobre el reciente recital del flaco Spinetta en el Rosario bajo las estrellas. Si fuiste quizá coincidas, si no quizá alcances a imaginar y hasta te lamentes, como yo, no poder haber ido... Los dejo con la nota de Mariano.

AL VER VERAS:
El ciclo cultural de verano Rosario bajo las estrellas inició su edición 2009 con la presentación de Luis Alberto Spinetta en las escalinatas del Parque España el pasado viernes 13 de Febrero. Ante una concurrencia estimada en diez mil personas, para la que el lugar propuesto quedó chico, el flaco arrancó su show cerca de las diez de la noche, acompañado solo por el tecladista rosarino Claudio Cardone.
En plan de relajado set acústico, ambos recrearon durante poco más de una hora parte de su extensa discografía, tanto solista como de las bandas que formó parte. Entre una veintena de temas, hubo tiempo para pocos pero selectos clásicos. Laura va, Barro tal vez, Todos estos años de gente, y A Starosta, el idiota. Preponderaron, en cambio, composiciones de sus últimos discos. En una línea melódica más cercana al jazz que al rock propiamente dicho. Divino tesoro, Crisantemo, Tonta Luz, y Ciénaga dorada, entre otras. Apenas dos buenos covers formaron parte del repertorio. Las cosas tienen movimiento, de Fito Páez, y La Guitarra, poema de Atahualpa Yupanqui musicalizado por León Gieco para el disco-homenaje al folclorista titulado "Yo tengo tantos hermanos", que el falco reversionara para el reciente "Cantando al León", otro disco-homenaje.
Intercalados entre los agradecimientos después de cada canción, Spinetta ofreció irónicos comentarios acerca de la industria de la música y los hits: "El tema que acabamos de tocar es un éxito en Albania", por ejemplo, además de confesar que le cuesta dejar de fumar, aunque debería hacerlo por consejo médico.
Ante la insistencia del público tras el saludo de rigor, retomó el escenario con Cardone para un par de bises. El cierre definitivo vino de la mano de Seguir viviendo sin tu amor, que fue instantáneamente coreado por la gente. Después llegarían el agradecimiento final y la despedida definitiva. Atrás quedaba una noche de buena música, plagada de esa poesía tan propia del flaco, a veces accesible y otras por demás de hermética. Siempre sublime.
Mariano Sicart (18-02-2009)