SEÑORITA!!!

Ya te conté de mis fracasos escolares, de las idas y venidas de una secundaria técnica a otra y de como terminé, sólo por darle el gusto a mis viejos, en la comercial 422 de Granadero Baigorria, que aún no tenía edificio propio, en las épocas de la "Señorita" directora Muñoz que cuando yo ingresé, estaba a punto de jubilarse. La escuela funcionaba en horario vespertino, tras la salida de los chicos de la primaria 127 del turno tarde, es decir que se entraba a eso de las 6 de la tarde y la salida era entre las 10 y 11 de la noche. La Señorita Muñoz era una mujer solterona que se ofendía si uno le decía señora y te corregía diciendo: "Señorita!!!"... como si uno en la equivocación estuviese mancillando su honrosa, aunque desde mi punto de vista desafortunada, virginidad. El caso es que entre los salvajes que asistían al establecimiento había un grupete que nunca se supo por quien estuvo liderado, y causaba estragos en la instalación eléctrica de la escuela... habían descubierto que la llave de luz de los baños de hombres estaba en el pasillo, entonces en el primer recreo, siendo aún de día, mientras uno hacía de campana otros tres (2 haciendo ancla a otro) colocaban una moneda en el culote de la lámpara y volvían a apretar el foco cotra el portalamparas... cuando las porteras iban a encender las luces del baño en el segundo recreo saltaban los tapones y la escuela se quedaba sin luz, totalmente a oscuras... la tercera o cuarta vez que estos depravados hicieron el experimento cambiaron el modus operandi y ocurrió algo insólito, inesperado, casi trágico... Esta vez esperaron hasta el tercer recreo y lo hicieron apagando ellos mismos la luz desde el pasillo y volviéndo a encenderla para producir el corte un minuto después de sonar el timbre del final de recreo... los pasillos estaban superpoblados por el alumnado, la escuela totalmente a oscuras, las chicas gritando desaforadas, los chicos, muertos de risa, iban tocando colas a mansalva y acompañando los gritos femeninos en forma burlona..., un verdadero caos. El orden se reestableció en cuestión de minutos... las porteras proveyeron de velas a los docentes y todo el mundo, en forma tranquila y ordenada, tomó sus cosas y salió del establecimiento antes de tiempo. Lo insólito, inesperado y casi trágico que te decía antes, fue noticia al día siguiente... la directora, Señorita Muñoz, pasaría aula por aula a hablar con los alumnos... habló de sabotaje, de complot, de grupos revolucionarios y de estar dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias para descubrir a los inadaptados que le tocaron el culo la noche anterior. Jamás se descubrió nada, y ese era su úiltimo año en el establecimiento antes jubilarse... Pero me imagino con qué amargura habrá vivido el hecho la pobre señorita Muñoz.