domingo, 8 de julio de 2007

Y así fue...

Como dije, el domingo pasado, después de saber el resultado de las elecciones, estuve festejando con mi mujer. Tal como previ, no pude festejar por los que ganaron pero si por algunos de los que perdieron. Baigorria es una ciudad extraña, dividida hasta por el lenguaje, ciudad partida por rencores y odios antiquisimos que parecen ir perdiéndose en la explosión demografica y sin embargo se mantienen siempre vigentes... Ahora hay que esperar hasta el 2 de setiembre para ver quien nos gobierna en la ciudad y en la provincia... y ese domingo también voy a festejar, y voy a festejar más allá del resultado, porque estoy seguro que ese día es el punto de partida de un nuevo comienzo.

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